
Bateria Social Incluyente: Aproximaciones a los nuevos servicios sociales estudiantiles de la universidad granadina del siglo XXI hacia la construcción de un nuevo tejido económico español
¡Una pandemia! El encontronazo mundial del coronavirus, el Covid-19 ha generado pánico, desinformación/información mediática, y sin duda toca todas y cada una de las puertas y procesos vigentes en la sociedad española, europea y global.
La respuesta a crisis anteriores siempre han sido baterías donde el estado de bienestar ha querido responder en modo proteccionista de absorción o rescate de la política pública, fiscal o social, en mayor medida a través del favorecimiento del sector privado por sobre el sector social, pero la diferencia es que después de diversas lecturas económicas posibles, solo un intento aproximado de respuesta mixta, podría incentivar que el coste social y político pueda tener luces pasando la brecha de la emergencia sanitaria planetaria.
Recibiendo la invitación de la Universidad de Granada a plantear primeras luces, desde la perspectiva académica de este lado y con toda la divergencia que eso conlleva, a manera de síntesis es importante gestionar la que quizá sería para España, la Unión Europea y la economía occidentalizada desde las aulas universitarias como las conocemos como una oportunidad para renacer partiendo de un proceso de deconstrucción de lo que conocíamos desde lo académico para dar respuestas a mediano y largo plazo de lo que se viene y es generar consciencia más que pánico sobre cómo son los diversos roles en los que se debe actuar porque la gente tiene instaurado culturalmente, y es un síntoma generalizado de crisis económica, desabasto, y demás.
Nadie está pensando que realmente es la primera puerta que va a cambiar la economía a largo plazo como la conocimos, los procesos sociales, migratorios y humanos, y la relación ser humano en sociedad, ser humano con la naturaleza y cómo se articulan diversos ejes que deben ser garantes de protección de unas estructuras históricamente olvidadas.
La universidad, como motor y desarrollo de la gestión del cambio social como un ente que facilite procesos. Es decir, el país va a necesitar no solo aumentar su capacidad de inversión, exportación, sino que necesita tener una población académica asegurada con principios sociales que, por su edad, intervención en todos los sectores de la industria es la que va a tener que palear la responsabilidad de asumir a posteriori procesos de gobierno, toma de decisiones, juego de capitales económicos, etc.
Los decretos a emitir por el estado español solo hablan del respaldo a ciertos colectivos de autónomos, empleados de compañías y los y expedientes de ERTE o en el peor de los casos ERE (despidos temporales con salarios pagados por el estado hasta la restitución del puesto de trabajo en el ERTE o autorización gubernamental para el despido de los empleados masivamente en el ERE, acercando a la parte que cotice la seguridad social al cobro de la prestación por desempleo que es un porcentaje del sueldo cotizado durante la ausencia de trabajo en el tiempo que determine la autoridad correspondiente).
Las universidades del país deben crear un fondo unificado, a político, que sin una excesiva burocracia, y con una practicidad asegurada pueda dar soportes trimestrales en situaciones de emergencias creando una bolsa de ayuda que permita una renta mínima de acompañamiento a colectivos estudiantiles que no tienen acceso a becas o ayudas oficiales del estado para garantizar que no se vean derivados a servicios que no les brindarán soporte y evitar temas de separación social denigrantes para la dignidad humana.
El cotejo de esta actividad que incluiría el apoyo temporal permite a que no solo continúen los estudios sino a que puedan generar iniciativas de emprendimiento, entendimiento de la migración intelectual y económica existente para el país y que sería uno de los ejes articulados dentro de las propuestas del Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España, José Luis Escrivá.
Dado que las crisis sociales, humanitarias y por ende económicas solo perseveran con una población que una vez reciba los beneficios de la protección para poder combatir a través de la contribución pertinente colectivizada para la restauración económica del país si atendemos con incisiones más prácticas y menos burocráticas y facilidad en procesos de visado académico, de prácticas profesionales remuneradas, y un fin muy importante y pilar de la propuesta, son las nuevas orientaciones de procesos de desarrollo y negocio, siempre apuntando a crear un mercado en común sustentable.
Es importante visibilizar que las mujeres seguirán siendo, y más extranjeras, aplicando los principios de interseccionalidad del feminismo económico que empieza a trabajar la unidad de emprendimiento de la Universidad de Granada, uno de los colectivos más afectados dentro de la estructura del sistema patriarcal en el que nos encontramos con la diferencia y el reto que se vislumbra para la sostenibilidad: la verdadera ciencia y la gestión del binomio empresa-universidad lograrán palear efectos que serán inevitables pero que sí pueden tener una adecuación negociada visibilizando diversos temas y actuando concretamente sobre temas de soporte.
Manejar el despoblamiento de zonas rurales de España es un reto que los ministerios vienen advirtiendo que no daban espera y sobre todo la utilización de los recursos existentes en esas zonas para su adecuado uso, a su vez cómo gestionar la creación de empresa rural que mejoren los tejidos económicos de los sectores hiper poblados que están las ciudades principales afectados por la pandemia y que son en sí mismos los centros de negocio más importantes de momento. Se sabe que la diversificación de espacios urbanos y talento desde esos sectores y utilizar diversos saberes de todos los colectivos con facultades de trabajo y aportación de capital intelectual y humano para la resolución de esos sitios es posible.
Como a su vez la responsabilidad de crear facilidades para dinamizar el desarrollo próspero dentro de los márgenes de cada compañía, en el sostenimiento de las pymes, que en su gran mayoría fueron los negocios que sostuvieron post crisis económica en España en la década pasada.
Gran parte de la economía nacional logró recuperación a través de dicho tejido. Así como otro eje es incentivar la formación intelectual y atracción de talento internacional al país precisamente para generar la dinamización de la población cuyas tasas de envejecimiento siguen aumentando exponencial según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) actualmente, en España, hay 33 personas mayores de 65 años por cada cien individuos activos. En el análisis de los fallecidos del Covid-19 mayormente, ha sido la población mayor la que más ha fallecido a causa de la pandemia.
Una economía llena de personas mayores no va a crecer, y solo genera estancamiento en el pago universal pensional, tanto para los que son pensionistas por años de servicio, como para aquellos que viven la renta auxiliar que da el estado por sistema de pensión y protección social. Cuya carga recae en la generación millennial y centennial que integra ya, o se incorporaría a la fuerza de trabajo del país, pero sobre todo a la necesidad de mover la estructura comercial del empresariado.
La universidad entiende la misión que conlleva a contribuir desde la creación y la ciencia a potenciar las arcas del estado para mejorar las políticas actuales en materia económica y política fiscal, pero también éticamente propone manejar un desarrollo de la libre empresa e industria en la sociedad, con principios de responsabilidad social garantizados y un nuevo entendimiento en materia de impuestos y tramitación tributaria que no pueden ser ajenos de verificación, es decir, la interdisciplina de todos estos actores, generará protección para los estudiantes, si partimos un proyecto piloto que sea una batería social de base.
La puesta en marcha de empresas o proyectos de negocio con diversidad de origen para aprovechar y magnificar recursos y una re inversión al estado generará de puestos de trabajo, como a su vez, poder destacar un porcentaje que vaya dedicado a proyectos de inteligencia artificial manejadas por seres humanos, no al revés, para equilibrar la modernización y revolución tecnológica que vive la sociedad contemporánea y no centrar únicamente el privilegio en unos cuántos pudiendo encontrar la posibilidad de generar más si apoyamos la construcción de divergente con prevención para evitar fases de emergencia social inconexas, así la ciudadanía participativa 4.0 puede hacer un seguimiento estructural a las dinámicas sociales, humanas, económicas y de integración social y empresarial en España.
Pasados los estragos e imprevistos, en este caso del Covid-19, la construcción de un mecanismo de reacción ante a esto permite proteger actores y poder dar soluciones que vayan mejorando los efectos nocivos en los que repercuten en la sociedad los estragos económicos de la pandemia.
Es importante crear este fondo y medidas para que otras universidades de España se sumen a la tarea de dar soporte interno en este plan piloto contando con el apoyo del Ministerio de Universidades, el Ministerio de Ciencia e Innovación, el reconocimiento a las diferencias socio migratorias y culturales de apoyo dentro de las comunidad universitaria española; y cómo desde este lugar se puede potencializar su desarrollo científico, empresarial y sanitario para la estructura de sustentabilidad y gestión de empleo y recursos frente a crisis planetarias.
La prevención, educación y protección es la inversión más inteligente en lo que se proyectan las economías circulares y los procesos de gestión de negocios vanguardistas con tecnología en sus respectivos nichos de mercado, una vez se estructuren los planes de responsabilidad social e inclusión.
Bien se dice desde hoy, que lo único que hará frente a las crisis no serán empleados rasos de un sistema, sino profesionales interdisciplinares con formación académica y tecnológica.
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