Gestión emocional y del espacio en la vivienda para una mejor convivencia
Tras varios días de aislamiento en casa, resulta poco sorprendente que, en ocasiones, nos sintamos crispados/as y de mal humor. A fin de cuidar la convivencia, procura tener un espacio de soledad al que poder retirarte en momentos de frustración. De esta manera evitarás enfrentamientos innecesarios alimentados por la situación. Además, comunica a tus familiares y/o compañeros de piso cómo te sientes, y hazles saber que estás malhumorado/a para que no tomen de manera personal tus actitudes un poco secas. En cualquier caso, aprende a gestionar tus propias emociones: que la gente con la que convives sepa que estás de mal humor puede ayudarles a interpretar tus acciones, pero no te exime de la responsabilidad de ser amable, cuidar a los otros y trabajar por una convivencia amena.
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