El valor de la familia
Descripción
A menudo, no me paro a pensar en todo lo que tengo alrededor de mi vida. A veces pienso que es por falta de tiempo a mí mismo y otras por desconsideración. El caso es que suelo llevar mi vida de la manera mejor posible, tiendo la mentalidad de ser feliz a pesar de todas las circunstancias o problemas que tenga.
Esa forma de pensar me ha llevado a un camino que ahora considero equivocado. Pensar en la felicidad de uno es error, para ser feliz necesitas, también, que la gente de tu alrededor sea feliz. En cierto modo, cada uno es un pequeño porcentaje de felicidad cada persona que quiere pero, a pesar de saber eso yo muchas veces lo he obviado por completo y dejado de pensar en cómo se siente los demás. Reconozco que he sufrido una racha donde deje de pensar en hacer feliz a los demás, centrándome en que a mí me hicieran feliz.
Una racha siempre suele acabar. En mi caso, la cuarentena después de la primera semana terminó con ella completamente. Estando 1 semana en casa con mi familia, me hizo despertar en mi interior sentimientos que había abandonado cuando me marche en enero a Granada para estudiar. Pasar tanto tiempo con mi familia me hizo conocer problemas y situaciones familiares que desconocía, dedicarle más momentos como simplemente ver una película con la gente que más quiere, era una cosa que llevaba mucho tiempo sin hacer. Pero, sobre todo lo que más me ha marcado, es sentir sus temores, sus preocupaciones y sus miedos.
Al vivir con mis abuelos toda esta situación de la cuarentena se volvió más preocupante, ya que ambos son personas de riesgo. Recuerdo que durante la cuarentena no ha existido un solo día en el que no he tenido que comprobar si las noticias que mi abuela veía en Facebook eran ciertas o no, para que no creyera falsamente informaciones que la asustaban.
Siguiendo este camino me he dado cuenta de que estoy empezando a ser consciente de cosas que antes ignoraba o ni quería oír. Ahora, tengo claro que nunca más pensaré solo en mi felicidad. Pienso cuidar de los míos haciendo que sean lo más felices posibles. Quiero transmitir la felicidad de mi vida a los demás. No quiero arrepentirme de no haber dado todo lo que tengo por mi familia porque un día puedes despertar sin nada y será ahí, cuando si lo eches de menos porque hasta que algo falta, no lo extrañamos.