
Entrar en casa para salir de la zona de confort
Descripción
Aunque parezca mentira, existe una persona para la cual el confinamiento no es una lucha. Esa persona soy yo.
Desde pequeña he sido una persona muy casera. Mientras la mayoría de los niños querían hacer mil actividades extraescolares para estar el menor tiempo posible dentro de casa, yo era la niña más feliz del mundo permaneciendo toda la tarde en mi cuarto. Siempre he sido una persona muy creativa, y el lugar donde podía expresarme al máximo era entre esas cuatro paredes. Me pasaba las horas dibujando todo lo que se me pasaba por la cabeza, escribiendo historias, jugando a los Playmobil y creando ese mundo donde todo era posible.
Esto, a día de hoy, ha cambiado poco. Obviamente me gusta salir a la calle, visitar lugares, ir de compras o simplemente sentarme en un parque con alguien y pasarnos las horas hablando. Pero no me siento cómoda estando demasiado tiempo fuera de casa.
La carrera que estoy estudiando, Comunicación Audiovisual, me ha obligado en varias ocasiones a pasarme días sin pisar mi casa, haciendo mil viajes en metro y autobús para llegar a los rodajes a tiempo (no olvidemos el material bastante pesado con el que tenemos que cargar desde la facultad hasta el lugar de rodaje). Para mí, todos esos viajes han sido retos. E incluso otras acciones que para la mayoría son nimiedades, como participar en clase, hablar abiertamente en un grupo amplio de personas o hacer una exposición, para mí son retos muy duros. Pero los retos están para superarlos y, a pesar de que mis inseguridades salen a la luz cada vez que hago una aportación en voz alta, lo intento y hago lo mejor posible.
Este confinamiento, además de ayudarnos a conocernos mejor a nosotros mismos, también puede servir para ponernos en la piel del otro. Por ello, a todas las personas que me insistieron y animaron a que saliera y fuera capaz de hablar, ahora me gustaría darles todo mi apoyo para superar esta cuarentena. Nadie dijo que esto fuera fácil, pero si nos unimos y nos comprendemos unos a otros, saldremos de esta lo mejor posible.
Pero eso no es todo. Ahora que estoy en el lugar donde me siento más segura, no quería perder la oportunidad para ponerme otro reto diario. Y además de hacer ejercicio todos los días sin falta, algo que nunca he sido capaz de hacer porque el resto actividades ocupaban todo mi día, decidí apartar todas mis inseguridades y participar en un concurso de cortos. Un corto que, a pesar de ser de muy poca duración, iba a hacerlo completamente sola (guion, cámara, actriz, edición…) y lo iba a presentar ante todo el mundo. Las bases de temática y duración no daban para nada muy extenso ni demasiado creativo, pero puse el mayor empeño y cariño en él. Y no me arrepiento de nada.
En conclusión, estar dentro de casa me ha ayudado a salir de mi zona de confort, a quitar un poco de ese miedo que tenía guardado. Me siento genial. Espero que el estado de alarma termine pronto, que la salud de nadie corra peligro por el virus y que podamos salir a la calle otra vez. Pero hasta entonces, apoyo a todo el mundo para que sea valiente y saque la mejor parte de sí mismo.