Tiempo perdido
Descripción
Hola! Soy Shayna y soy de los Estados Unidos. Este año, desde enero, estaba estudiando en Granada en el programa de IES. Por supuesto ya no estoy en España a causa del coronavirus. Quiero darles un poquito de mi perspectiva de la situación como una estudiante extranjera.
Cuando el presidente Trump anunció la prohibición de viajar a los Estados Unidos desde países europeos, era las tres de la mañana en Granada. Mi compañera de cuarto regresó de Mae West y me despertó con mucha prisa. Me dijo que necesitábamos comprar billetes de avión ahora mismo, que teníamos que huirnos en menos que 24 horas. Esas 24 horas eran las más horribles de mi vida– eran llenas de ansiedad y tristeza. Pasé las próximas 24 horas viajando: cuatro aeropuertos, tres aviones, y un autobús a las tres de la mañana. Llegué a mi ciudad, Filadelfia, viernes el 13 de marzo– pero no podía ir a mi casa. Ya que mi madre es de alto riesgo para el coronavirus, tenía que vivir en un hotel por dos semanas para asegurarme de que no estaba enferma y que no exponería a ella. Después de dos semanas de soledad y sueño, regresé finalmente a mi casa y he estado aquí con mi familia desde entonces.
He tenido mucho tiempo para procesar mis emociones durante estas últimas semanas, y la emoción que siento más es la pena por todo lo que no podía experimentar en Granada. La pena por el tiempo perdido. La pena por tener que hacer mis maletas y dejar mi vida española en menos que 24 horas. Todavía hay muchísimos partes de Granada que no vi y probablemente no podré ver hasta mucho más tarde– y me pone muy triste.
No obstante, hay que concentrarme en todo lo que sí podía experimentar durante mis siete semanas en Granada. Por primero, conocí a la gente más agradable que he conocido en toda mi vida. A las dos chicas que se me acercaron en mi primera clase de la UGR para hacerme sentir más cómoda y menos sola, estoy tan agradecida a vosotras. A todos los compañeros y profesores que conocí en mi clase de producción audiovisual en Iberoamérica, gracias por una experiencia única y llena de conocimientos completamente nuevos para mí. A mis compañeros estadounidenses, os echo de menos con toda mi corazón y sé que nos vemos lo más antes que podemos. A mi madre española, has sido una luz muy bonita y acogedora para mí. Y a Granada como ciudad, gracias por convertirse en mi hogar segundo. Siempre tendrás un lugar especial en mi corazón y sé que volveré muy pronto. Recuperaré el tiempo perdido.